6 abr 2009

la X en mis sueños

X me atrae en una extraña, oscura y muy lenta forma.
X existe, pero nadie lo sabe, solo ellos, pero ellos no saben del mundo.
es un lugar ancestral pero desordenado, mugroso pero musical, cuando voy, nadie nota mi presencia, todo sigue su marcha y su misterio sin detenerse a que yo interfiera su sincronía desenfrenada.

para entrar a X hay que agacharse y así hay que mantener en la mayoría de sus abundantes espacios, hay mucha gente y poca luz, proveniente de tenues candelabros y algunas fogatas; al andar por sus numerosos e intrincados pasadizos escucho panderetas y tambores, todo es muy tribal y la tecnología brilla por su ausencia.
el techo intendible dibuja un paisaje diferente a cada minuto que avanzo, a penas en algunos casos está poco más alto que yo, de el cuelgan muchas cosas, cosas tejidas, lo cubren infinitos retazos pegados en un desorden terrible y todos con marcas de humo.
todo el tiempo camino sobre la tierra, restos de fogatas, o alguna alfombra llena de polvo; la gente se atraviesa en mi camino, todo estorba, pero ellos caminan rápidamente sin dudar un segundo que dirección tomar, pasan a mi lado pero no me miran. es un caos, pero ellos lo dominan, hay cosas en las cosas, hay altibajos en el suelo y las hamacas vacías que están por doquier parecen sugerir que ellos no duermen a pesar de su noche eterna.

visten arapos (de forma muy elegante) y no logro ver rostro conocido, el afán no para y me recuerdan una tarde de diciembre comprando en la galería de zarzal. es como un mercado, lleno de carreras y "mercancías" pero nadie grita, no puedo recordar haber oído palabra decifrable, solo un murmullo masivo a lo lejos y la música tribal que no cesa.

es muy extraño todo, extrañamente agradable, apesar de ver la luz de las fogatas reflejada en el sudor de sus frentes el clima es bueno, el ambiente una mezcla de frenesí y lentitud atractiva en un pequeño mundo autómata y bajo tierra cuyo techo no cae por 87 columnas de madera y muchos muros inconclusos cubiertos con alfombras de motivos vegetales.

rojos y colores tierra es lo que abunda, con algunos toques de verdes en sus tejidos y vasijas pero todo teñido por la oscuridad, el polvo y el hollín.

no teniendo más de unos 10.800 m2, X es mistérica, surrealista, magnética e irrepetible; y estoy casi seguro de ser el único con la llave de entrada y salida de esta máquina onírica que no se detiene ante nada.

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